Mutua Tinerfeña abre una nueva etapa con un cambio en su presidencia

D. Luis Dorta León asume la presidencia de la Organización. El Consejo de Administración agradece la contribución de D. Juan Antonio López de Vergara por su labor de tantos años en la compañía.

Queridos mutualistas, personal y consejeros:

Hace ya casi 40 años (Julio 1986) que me invitaron a participar, en aquel entonces como abogado, en un proyecto del que ya habían pasado el testigo, al menos, dos generaciones.

Aquella idea de cubrirnos entre todos y de hacer el camino juntos, tengo que decir que me cautivó, aunque también hay que expresar, se antojaba complicada por nuestro tamaño y nula capitalización. No sé si fue por mi juventud, por mis ganas de trabajar o, simplemente, por acreditar que resultaba posible. Quizá ahora, con perspectiva, lo mismo que hago cuando tengo la oportunidad de releer la contestación a una demanda de años atrás, no acierto a expresar si fue el tesón o el desprecio al riesgo lo que me llevó a poner manos a la obra.

Después de unos años -que se han pasado volando- , la <niña bonita> ha crecido y, desde luego, hay madurez suficiente como para evaluar qué queremos, a dónde vamos y cuál es la perspectiva. También es verdad que ello puede hacerse desde la óptica de la tarea hecha y del fortalecimiento de la institución a través del trabajo constante de velar porque nuestro objetivo no desfalleciera. 

En un mundo globalizado como el actual y, en cierta medida, también deshumanizado, es el momento de poner más que nunca nuestros valores sobre la mesa y de apostar por ellos, porque es lo que nos hará mas fuertes, depositando la confianza en la seriedad, la credibilidad, la transparencia y la agilidad, que conforman en su conjunto la piedra angular en la que creemos. También en la cercanía y en los equipos multi-disciplinares (cada vez más necesarios), cuestiones todas ellas que no resultan ser baladíes ni fáciles, tanto más por cuanto, el trato cercano, con un grupo cada vez más grande se antoja complicado.

Alguna vez pregunté cuál sería la mejor forma de fidelizar a quienes confían en nuestra forma de hacer las cosas y, para mi sorpresa, recibí un consejo absolutamente mercantil de que, la única manera de hacerlo era que cada uno de nosotros tuviese, como mínimo, dos pólizas. Sin perjuicio de que ello pueda ser verdad y deseable y de que el consejo no resultó para nada interesado y me pareció sincero, lo cierto es que hay que apostar por algo más que nos conduzca a la excelencia y propague el sentimiento de pertenencia que debería conformar una meta irrenunciable. Para ello no hay mejor manera que descender para testar el hambre de la verdadera necesidad y, desde luego y con perspectiva, tratar de acompañar, cogidos de la mano, a quienes nos han mirado ó se han fijado en nosotros. No solo se trata de cubrir riesgos, sino de enseñar con cierta visión de futuro, dónde estamos y de dónde venimos para aclarar qué será lo esperado y cuáles los obstáculos que podremos afrontar sin miedo. En fin, que no resultará lo mismo «despachar» que «atender» y esa voluntad de servicio es la que nos elevará hacia metas mayores. 

Lo que les expongo, no solo valdrá para que nuestro comportamiento con nuestros mutualistas resulte ejemplar, sino que, antes al contrario, también nuestro ejemplo interno eleve nuestro espíritu y sea un nido de confort que traten de emular los que nos rodean y, aún, un crisol de atracción que nos haga más grandes.

Os pido que trabajemos, pues, en esos valores.

Hoy me toca pasar el testigo a otras personas de las que no esperamos menos que lo que indico y que a buen seguro tendrán la habilidad de sortear mil y un problemas. Algunos llevan largo tiempo compartiendo las tareas de gobierno, otras están ávidas de aprendizaje.

A todos y, desde luego, para todos nosotros que seguiremos compartiendo, deseo lo mejor.

Juan A. López de Vergara M.

¿Tienes dudas? Te llamamos

Rellena el siguiente formulario y te llamaremos. Aclaremos todas tus dudas y obtendrás un presupuesto a medida para ti.

Scroll al inicio